
Se creó en 1912 como reserva militar para los nubios. Hoy en día, siguen viviendo allí y son los “terratenientes”. Todo el mundo discute al hablar de este sitio. Muchos dicen que a la gente le gusta realmente vivir allí y otros apoyan la versión de que no pueden pagar nada mejor.
Cuando llegamos, vimos que había una vía del tren que pasa por el medio del poblado y de repente oímos el sonido del tren, no me lo podía creer, jeej. Efectivamente, pasa por allí

Me sorprendió la cantidad de cosas que puedes encontrar allí: tuberías, bombillas, radios (no hay casettes, si es que están evolucionados J), cromos de los 70, playeras, ropa, comida, gominolas, vajillas, trajes… Videoclubs, hoteles, peluquerías. Eso sí, cada casa es de unos 9 metros cuadrados (las grandes).
No había olores fuertes, nadie pedía nada y todos los niños llevaban uniforme. La gente, realmente parecía estar contenta. Hoy lo comenté aquí y me decían que claro, que los kenianos siempre “look on the bright side of life, even in Kibera”
La verdad es que me encantó ir porque da igual cuantas veces te lo describan o de qué maneras. ¡Hay que verlo en directo!
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