jueves, 25 de septiembre de 2008

Pumpkin. Ultimos pasos

Tras una corta pero intensa relación, nuestros caminos se separaron ayer.
Como en toda relación extraña, tuve dudas al final. La miraba y pensaba, ¿y si lo intentamos de otra manera?
Así que allí me veis, después de tener un día poco productivo y pensar que estaba en un momento idílico de la caída de la hoja (y darme cuenta como 5 minutos más tarde de que estaban podando un arbol sobre mi ventana, jeje)… mirando a mi pumpkin. Sentada en un banco con ella bajo el brazo.
Pensé que no era buena idea que fuera una costumbre, que si seguía así, acabaría metiéndola en la mochila, disecándola y grabando “Wilson” en la cubierta, jeje
Así que fui a la cocina, hablé con una cocinera de lo más típica y me prometió que la trataría con cariño (prometido, palabras textuales “honey ,I´ll take care of her”). Creo que dijo it, pero para mí, ya casi era una más, jeje
Buenos días,
SA

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira sabelita... hiciste feliz a una cocinera, y tu pumpkin acabara siendo un pastel de cabello de angel. Asi que cuando llegue la hora del té, no te quejes, ya no es una mermelada con sabor indefinible....

Campanilla dijo...

capulla :P