
Ayer me senté con mi hermana en un banco esperando para hacer el dni. Un banco al sol. Durante unos minutos cerramos los ojos y nos sentimos felices, tranquilas.
La imagen de Los Lunes al Sol vino a mi cabeza y se lo dije. Nos reímos. Quién nos lo iba a decir.
Nos entretuvimos todo el día (parece que es genético eso de generarse tareas), incluída la sensación de llegar tarde a todos los sitios. Y, cuando llegamos a casa, nos dimos cuenta de que las obras dejaron un desierto a su paso y montañas de libros, cajas y objetos que hacía meses que no veíamos. Nos fuimos a dormir pronto, como si estuviéramos en un sitio en el que se hace de noche pronto y el ritmo circadiano se adormece.
Después de un fin de semana de películas míticas (Regreso al Futuro, El Diario de Bridget Jones, Ratatuille, entre otras...20?) y un lunes al Sol con mi hermana, hoy me desperté sonriendo con energía.
Estoy en un bar de barrio en frente del hogar, Noche y Día. Entré por el cartel Wifi en la puerta y la verdad es que es un sitio sorprendente. Todos los periódicos en la barra, CNN noticias en la tele, dos perro flautas, una ama de casa, dos chicos que parece que vienen siempre cuyo único entretenimiento es piropear a la camarera... y yo, en la ventana, con mi nuevo ordenador al que empiezo a querer y sonriendo aunque el día sea malo y haga de este martes, mi día aún preferido, un martes a la sombra.
1 comentario:
Ya te lo he dicho in person, pero lo repito en público. Me encanta tu corte de pelo.
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